Construcción espera despegue de la inversión pública

El dinamismo de la construcción tan pujante y ascendente entre el 2010 y 2014, siente los rigores de la desaceleración económica experimentados en los últimos casi cuatro años. El crecimiento el 2017 registró tan solo un 5,3%, similar a promedio del Producto Interno Bruto (PIB). El sector espera el despegue de la inversión pública que para este 2018, el Gobierno ha proyectado, al menos Bs 6.210 millones. 

Para que ello suceda, señala Mauricio Suárez, presidente de Cadecocruz (Cámara Departamental de la Construcción de Santa Cruz), que la inversión pública proyectada se dinamice, tomando en cuenta que el petróleo, del cual depende nuestros ingresos por exportaciones de gas,  ahora está en un promedio de $us 70 el barril. Cifra superior a la proyectada en el PGE (Presupuesto General del Estado) de $us 45 el barril.
"Esperamos que la inversión pública proyectada se incremente y así dinamizar nuestra economía. Todavía, la construcción, muestra un crecimiento positivo aunque en menor porcentaje que años anteriores. Eso como efecto de la desaceleración económica", fundamenta Suárez.

El peso de la construcción. La construcción, menciona Cadecocruz con datos del INE (Instituto Nacional de Estadísticas), involucra de manera directa al 10% de la población, en términos de generación de nuevos empleos. Además, dicho porcentaje implica un sustento económico, con un efecto multiplicador en diversas actividades relacionados al sector.

Sin embargo, 486.000 personas en el país están directamente vinculadas a la construcción.

Entre el 2011 y el 2017 en promedio anual se han generado 42.000 empleos, de los cuales 17.482 son empleos directos de la construcción con una tasa de crecimiento acumulado del 4,14%.

"Ocupa el 10% de la población económicamente activa que alcanza a 5,4 millones de personas en todo el país. Además, es un instrumento a través del cual, las empresas constructoras mejoran el nivel y la calidad de vida de los ciudadanos del país", puntualizó Suárez. 

Demanda de mayor participación. El sector, a lo largo de los últimos 12 años, sobre todo del Gobierno de Evo Morales, ha demandado una participación equitativa con relación a las empresas extranjeras, de las grandes adjudicaciones de la inversión pública. 

Una de las mayores trabas  fue las exigencias de boletas de garantías, con cifras económicas que hacían inalcansables a las empresas nacionales, quedando relegadas o en una labor subalterna,  ser subcontratadas de proyectos millonarios como la construcción de aeropuertos, carreteras, proyectos de plantas petroquímicas, plantas hidrocarburíferas, centrales eléctricas, entre otros.

Esta situación ha sido, solo en partes, modificado y flexibilizado por el Gobierno con la emisión el 8 de mayo de este año, del Decreto Supremo 3548 que modifica las Normas Básicas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios.

El propósito, según dicha norma es beneficiar al empresariado nacional en los procesos de contrataciones del Estado o para que puedan ser subcontratadas.

"Ha habido un gran avance con el  Decreto 3548, donde han mejorado algunas condiciones para que las empresas nacionales podamos participar de obras de mayor envergadura. Sin embargo, no en todos los casos, todavía siguen habiendo restricciones, por eso estamos trabajando en que nuestras planillas de avance de obras puedan constituirse como un titulo valor transable en la banca y poder generar mayor liquidez inmediata a lo que son las empresas", señaló Suárez.  

Piden ser socio directo. Otra de las apuestas del sector es que el sector pide tener el derecho de poder participar como socios de empresas extranjeras que se adjudican las megaobras en el país. 

El propósitos es que la tecnología que implica utilizar en una megaobra, una vez administrada y terminada la ejecución, se quede en el país y no como ocurre ahora, las empresas extranjeras se las llevan la tecnología y la capacidad innovadora.

El sector está esperanzado en señales de certeza

Normativa. El Decreto Supremo 3548, en el fondo busca apoyar la actividad empresarial, fomentar la generación de empleo e incrementar la eficiencia y transparencia en las contrataciones públicas a través de la incorporación de medios electrónicos.

Contexto. Si el clima de desaceleración económica que vive el país continúa, según el economista Germán Molina, la inversión pública del cual depende gran parte del rubro de la construcción se verá afectada como sucedió el 2017. "El problema es que el Gobierno no toma medidas de ajuste a la economía", señaló.