Expertos evalúan daño en la laguna Alalay tras los últimos incendios

A un mes del incendio que devoró más de 35 hectáreas en el lado este de la Laguna Alalay, la imagen aún es aterradora. Aves y otras especies de animales están dispersas por los totorales, ya sin vida. Parece un cementerio.

La escena más impactante es la de una mamá garza que sujeta con las patas el cuello a su cría para salvarla del fuego. Ambas murieron en el intento y el retrato está intacto, como si hubiera ocurrido ayer.

Personal del Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial (ITTCUP) llegó ayer hasta este lugar para realizar una pericia de biología forense a fin de evaluar el daño al ecosistema, en el marco de las investigaciones que la Fiscalía sigue en los dos incendios registrados en la laguna Alalay.



Los resultados de este trabajo en la flora y la fauna se conocerán en un mes.

Al lugar se ingresó en un bote. El procesamiento de los elementos encontrados (cuerpos de aves y roedores, entre otros) se extendió por 11 horas continuas desde las 07:00 hasta las 18:00, en un solo sector. Según el director del ITTCUP, Jaime Vela, se encontró gran cantidad de huesos, aves quemadas, roedores calcinados, huevos, mucha fauna y vegetación quemada en los incendios.