El país seguirá sin conocer nivel actualizado de reservas de gas

Página Siete / La Paz

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) declaró desierta la licitación para contratar una empresa que certifique las reservas de gas natural, cuantificación que no se realiza desde 2018.

El vicepresidente de administración, contratos y fiscalización de YPFB, Armin Dorgathen, informó que debido a la pandemia de coronavirus se tuvo problemas para cumplir con algunos requisitos necesarios para llevar adelante el proceso.

“Se hace una licitación y comenzamos el proceso hace algunos meses para realizar la certificación; pero debido a la Covid-19 hubo problemas para cumplir requisitos y se declaró desierta la licitación”, precisó.

Dorgathen informó que se trabaja para volver a convocar el proceso de contratación de una empresa internacional que pueda certificar las reservas de gas natural a diciembre de 2021.

En agosto de 2018, el gobierno dio a conocer el nivel de reservas probadas que fueron certificadas por la firma Sproule hasta 2017. Ese informe reveló que el país tenía entonces 10,7 trillones de pies cúbicos (TCF). En 2020, las autoridades de hidrocarburos y de YPFB del gobierno de transición informaron que las reservas bajaron a 8,34 TCF, con base en informes internos y no como resultado de una certificación internacional.

La Ley 3740 de Desarrollo Sostenible del Sector de Hidrocarburos dispone que hasta el 31 de marzo de cada año se debe publicar el volumen de la riqueza hidrocarburífera en el país. Sin embargo, este plazo no se cumplió en los últimos años.

Dorgathen aclaró que YPFB trabaja para que el índice de reposición de reservas se mantenga por encima de 1, lo cual implica que el país tiene más gas del que consume .

El analista del sector Hugo del Granado explicó que la certificación de reservas de gas actualizada es de suma importancia porque permite planificar y tener una idea del potencial que tiene el país en cuanto a sus recursos hidrocarburíferos. “Este proceso permite conocer cuánto se tiene de reservas probadas de gas, reservas probables y reservas posibles, además de los prospectos”, explicó. La certificación permite dimensionar la potencialidad del país para que las empresas petroleras del mundo tengan mayor interés de trabajar en el país, agregó el experto. Para Del Granado, es pueril el argumento de la pandemia que esgrime YPFB para declarar desierto el proceso de contratación de una empresa que se haga cargo de este trabajo. Esto porque luego de un año sin trabajo las compañías especializadas en esta tarea se encuentran muy interesadas de ir a cualquier país. “Las empresas adecúan su estructura de personal. Si los titulares se enferman, contratan a otros para cumplir con los contratos de certificación de reservas”, aclaró. En criterio del analista, lo más probable es que se hubiesen presentado problemas de detalle en la elaboración de los términos de referencia de la licitación. YPFB había fijado el 20 de septiembre como plazo para la presentación y apertura de propuestas y el 4 de octubre estaba previsto adjudicar o declarar “desierta” la convocatoria. Según datos de la secretaría de desarrollo económico de la Gobernación de Santa Cruz, la producción de gas natural en Bolivia durante el mes de septiembre y los tres primeros días de octubre tiene un promedio de 43 MMm3d. En julio y agosto, el promedio superaba los 47 MMm3d, reportó Los Tiempos. 

  Vintage explorará gas en tres regiones

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) firmó contratos de servicios con la empresa Vintage Petroleum Boliviana Ltd. para la exploración y explotación en las áreas de Carandaiti, Sayurenda y Yuarenda.

Estas zonas tienen características interesantes por el potencial que proyectan. Por ejemplo, Carandaiti, en Tarija, apunta a una inversión de 194 millones de dólares.

Para Sayurenda, que está en Chuquisaca, se prevé un contrato con una posible inversión de 57 millones de dólares. Yuarenda se encuentra en una zona no tradicional de Santa Cruz y para este contrato se estima una inversión aproximada de 252 millones de dólares.

Las actividades exploratorias se ejecutarán a partir de 2022, con el objetivo de incorporar nuevas reservas hidrocarburíferas que, de ser positivas, se traducirían en una renta petrolera estimada de 1.347 millones de dólares.