La implementación del control volumétrico y la trazabilidad de combustibles se convirtió en uno de los mayores desafíos para el transporte terrestre, donde la tecnología, la coordinación operativa y el cumplimiento fiscal son ahora piezas inseparables, de acuerdo con especialistas.
Luis Eduardo Chavarría Meza, CEO de Kepler Oil & Gas, advirtió que la tecnología debe ser aliada y no obstáculo.
“La tecnología ya nos alcanzó: hoy el control volumétrico no solo depende del software, también de los componentes electrónicos y de la conciliación entre la operación y la contabilidad”, afirmó durante el Midstream Forum México 2025, organizado por Grupo T21 (Energy21 y T21).
Chavarría subrayó que la falta de comunicación entre las áreas operativas y contables ha derivado en sanciones económicas.
“Puedo apostar que más del 20% de las empresas ya recibió alguna sanción del Servicio de Administración Tributaria (SAT), no por malas prácticas, sino por inconsistencias entre los registros contables y operativos”, señaló.
Por su parte, Andrés Bayona Insignares, socio fundador Promotora Energética E3, explicó que el caso del gas natural vehicular y comprimido evidencia cómo la trazabilidad aplica también al transporte por carretera, en un contexto donde México importa más del 70% del gas desde Estados Unidos.
“El control está muy definido desde el origen; el riesgo no está en la operación, sino en los errores administrativos o reportes mal documentados ante la autoridad”, apuntó.
El especialista añadió que, ante la falta de infraestructura de ductos, el “autotransporte por pipa” continúa siendo el medio más utilizado, lo que implica mayores costos y vulnerabilidad en el seguimiento de volúmenes.
En tanto, Pablo César Gualdi, presidente y CEO de ATIO Group, advirtió que la trazabilidad cuantitativa es indispensable para mantener la integridad de la cadena logística.
“La trazabilidad cuantitativa es fundamental para evitar que combustible de origen ilegal entre al circuito; sin una implementación total de controles volumétricos, el sistema sigue siendo vulnerable”, subrayó.
De acuerdo con especialistas del sector, el cumplimiento de las normas de trazabilidad y medición impacta de forma directa al transporte de hidrocarburos, que debe adaptarse a nuevas exigencias tecnológicas, procesos de verificación y registros electrónicos en tiempo real.
En el evento, los panelistas coincidieron que la trazabilidad no solo es una exigencia administrativa, sino una herramienta de competitividad y transparencia que determinará el futuro logístico del sector energético mexicano.






