El presidente Arce responsabilizó a la Asamblea Legislativa por no aprobar créditos internacionales que —según el Gobierno— permitirían aliviar la crisis energética.
El ingreso de cisternas a la planta de almacenaje de Palmasola dio un leve respiro a la crisis de combustibles que golpea al país desde hace semanas. Sin embargo, los empresarios advirtieron que, si no hay una provisión continua desde Argentina y Paraguay, la situación volverá a agravarse en menos de una semana.
“Los volúmenes que hay acá son para seis días. Si no hay una continuidad cargando (combustible) en Paraguay y en Argentina, no sirve de nada”, advirtió Sergio Koski, presidente de la Cámara de Empresarios Cisternadores del Sur Oriente.
Según Koski, alrededor de 600 cisternas cargadas con diésel y gasolina permanecían paradas a la espera de autorización para ingresar y descargar en la refinería de Palmasola. “Estas 600 cisternas son aproximadamente 20 millones de litros. Eso debería alcanzar para 6, 7 u 8 días, pero si no hay reabastecimiento permanente, en menos de una semana estaremos en el mismo problema”, explicó.
El empresario señaló que esta situación no solo afecta al transporte pesado, sino también al sector productivo y al agro. “Tristemente el sector productivo tiene que sufrir para conseguir unos litros para sembrar, cosechar o mover su maquinaria. El transportista hace cola tres o cuatro días para trabajar dos. Esto es insostenible”, remarcó.
Koski aseguró que la crisis es consecuencia de una “mala administración y logística” que se arrastra desde hace varios años. Por ello, pidió al gobierno entrante encarar una “transición inmediata y con carácter de emergencia” para garantizar el abastecimiento de combustibles en todo el país.
“Somos un país mediterráneo. Aun si las cosas se hacen bien, traer combustible desde Argentina, Paraguay o Chile toma días. Hay que trabajar con seriedad, con responsabilidad y con anticipación para no estar en pocos días en esta misma situación”, puntualizó.
De acuerdo con transportistas, algunos camiones cisternas permanecieron varados entre 10 y 15 días en las fronteras a la espera de la autorización de ingreso. Aunque el Gobierno comenzó a cancelar a los proveedores, el sector advierte que la regularización del suministro no será inmediata.
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, responsabilizó a la Asamblea Legislativa por no aprobar créditos internacionales que —según el Gobierno— permitirían aliviar la crisis energética.
“Muchos nos decían no hay combustibles, sí, no hay combustibles porque no hay dólares. ¿Por qué no hay dólares? Porque no hay créditos ¿Y quién aprueba los créditos? La Asamblea Legislativa Plurinacional, por lo tanto, ¿a quién hay que ir a reclamar cuando no hay combustibles? Está muy claro, lo tenemos muy claro todos”, afirmó Arce el lunes.






