X

NOTICIAS NACIONALES

IBCE, trabajando por una Bolivia digna, productiva, exportadora y soberana



China impera en Suramérica, incluida Bolivia como socia comercial

  21 de noviembre de 2018

El gigante asiático es el primer socio comercial de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay y uno de los más importantes de Argentina. Paraguay es el único que no tiene relaciones diplomáticas con el país asiático, pero su déficit comercial alcanza al17.4%. Algunos analistas, sin embargo, dicen que hablar de "invasión" es exagerado.

China impera en Suramérica al ser el primer socio comercial de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay, y uno de los más importantes de Argentina, mientras que Paraguay es el único país de la región que, debido a su vínculo con Taiwán, carece de relaciones diplomáticas con el gigante asiático.

Según datos estimados de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante 2017 China fue el país del mundo en el que más crecieron las exportaciones de Latinoamérica, con un alza interanual del 23% (frente al 17 % del resto de naciones asiáticas).

En este sentido, con casi $us 786 millones a 30 de junio de este año, China se erigió como el principal socio financiero de Bolivia.

Además, en el primer semestre de 2018, el gigante asiático fue el primer proveedor del país andino, con cerca del 20% del total de sus importaciones.

A diferencia, al cierre del año pasado, figuraba en el octavo puesto entre los inversores extranjeros, con un 4% del total.

El presidente Evo Morales cifró el conjunto de la inversión china en el país en unos $us 8.000 millones durante su visita oficial a Pekín este año, viaje en el que, además, ambas naciones firmaron un acuerdo como socios estratégicos.

La relación con otros países

China también es el principal socio comercial de Chile, país que es el tercer destino de las exportaciones chinas en la región. En 2017, el intercambio llegó a $us 34.305 millones, un 9 % más que el año anterior.

Las exportaciones chilenas a China llegaron en 2017 a $us 18.752 millones (8.4% más), mientras que las importaciones desde ese país sumaron $us 15.553 millones (un 10% más).
 
En noviembre de 2017, ambos firmaron un complemento del Tratado de Libre Comercio (TLC), vigente desde 2006, que mejora y moderniza diversos aspectos.

La inversión china en el país sumó 260 millones de dólares entre 2009 y 2015, principalmente en Minería y Construcción, pero posteriormente empresas chinas pusieron la mira en la banca, en los vinos y en la agroindustria.

Así, la cifra aumentó a $us 2.280 millones a comienzos de 2017.

China y Perú, por otra parte, también cuentan con un TLC en vigencia y las exportaciones del país inca hacia el gigante asiático alcanzaron los $us 11.589 millones y las importaciones superaron los $us 8.000 millones en 2017.

En términos de inversión directa, la presencia china es menor, si bien en los últimos años esta se multiplicó. Ejemplo de ello es que el pasado junio la compañía oriental Chinalco anunció inversiones por $us 1.355 millones en su mina de cobre de Toromocho, a unos 150 kilómetros de la capital.

En lo referente a Uruguay, otro de los socios de China, en 2017 la nación asiática ocupó el primer lugar dentro de la lista de destinos de exportación del país austral con ventas que, incluyendo zonas francas, alcanzaron los $us 2.549 millones.

Además, según la agencia de promoción de inversiones y exportaciones Uruguay XXI, hay unos 19 negocios con capital chino en el país.

En las tres décadas de relaciones bilaterales, que se celebran este 2018, se destaca la visita del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, a China en 2016 con la firma de un acuerdo de cooperación; la realización del encuentro China-Lac en Punta del Este (sureste de Uruguay) en 2017 y las diversas celebraciones y viajes oficiales que se dieron este año.

Uruguay también fue el primer país del Mercosur en adherirse a la iniciativa china "Una franja, una ruta", en la que ahora participan más de 70 países del mundo, entre ellos Chile, Panamá, Bolivia, Venezuela, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago y Guyana.

De acuerdo con datos oficiales del primer semestre de este año, en otro orden, China es el tercer destino de las exportaciones argentinas (6% del total) y el segundo origen de las importaciones (18% del total de las compras).

En la primera mitad del año, sus exportaciones a China alcanzaron $us 1.711,7 millones, con una caída interanual del 23.1%, mientras que las importaciones totalizaron $us 6.382,8 millones, un alza interanual de 23.8%.

El déficit de Argentina en su balanza comercial con China fue de $us 4.671 millones en el primer semestre.

Como inversor extranjero, China no es aún tan relevante como lo es como socio comercial. En el ranking 2016 de los mayores países inversores en Argentina, liderado por Estados Unidos y España, China aparece en el puesto 18.

El único país de la región, por otro lado, que no mantiene ninguna relación con China es Paraguay, ya que es uno de los 17 aliados mundiales que tiene Taiwán, considerado por el gigante asiático como una provincia rebelde.

No obstante, el único aliado diplomático de la isla en Suramérica tiene un déficit comercial con China del 17.4%, según datos del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CELAP) del 2017.

Paraguay solo vende a China un 0.29% del total de sus exportaciones, frente al 31.1% que representan las importaciones que hace del país asiático.

Además, las inversiones provenientes de China entre 2010 y 2016 apenas alcanzaron los $us 12 millones, aunque las inversiones de la zona aduanera diferenciada de Hong Kong llegaron a los $us 92 millones, según el Banco Central de Paraguay.

"El Desembarco Chino en América Latina y Bolivia"

“El Desembarco Chino en América Latina y su Manifestación en Bolivia” (presentado recientemente) es un estudio más que necesario sobre las relaciones entre China y Bolivia. El estudio, de Daniel Agramont y Gustavo Bonifaz (ambos investigadores), presenta tres partes: primero, la presencia china en el continente desde principios del nuevo siglo; segundo, su presencia en el país –que, cabe decir, no parece significativa en comparación a otros países, pero es igual de preocupante-, y tercero, la opinión pública respecto a la presencia china en el país, que a pesar de varias voces alarmistas, es una opinión dividida y por momentos prejuiciosa, o sea, una sociedad que todavía no percibe el desembarco chino en el continente y, por supuesto, la configuración multipolar a nivel internacional.

One Belt, One Road

La presencia china en el continente encuentra dos líneas argumentativas en las ciencias sociales latinoamericanas. Por un lado, que China es un socio estratégico para la región porque ayudaría a romper el dominio estadounidense en Latinoamérica y porque la relación con el país asiático es horizontal debido a que la cooperación es el pilar de la diplomacia china. Por otro lado, que las relaciones con China acentuarían el hecho de que la inserción de la región en el sistema internacional ha estado condicionada por su carácter extractivista, es decir, que el desarrollo de los países latinoamericanos está determinado por su capacidad de exportación de bienes primarios.

En principio, Agramont y Bonifaz no se deciden por cualquiera de las líneas argumentativas porque, como respaldan los datos que los autores presentan, la relación entre ambos bloques es un poco más compleja. Aunque las líneas argumentativas descritas sirven como puntos de referencia al lector a medida que se avanza en el estudio, los autores presentan un esbozo en la primera parte del libro respecto a cómo llegar a términos (mucho más) horizontales con China: está claro que América Latina se ha beneficiado de los commodities en la última década, pero cabe resaltar que si estos recursos económicos son invertidos en ciencia, tecnología, educación e innovación por los países más industrializados de la región, éstos “podrían constituirse en futuros socios comerciales de un nuevo ciclo de desarrollo en China en términos más horizontales” (pág. 24). Este pequeño párrafo revela ya que la relación entre los bloques es desigual, pero revela también una parte del Desembarco Chino: que no todos los países de la región están en las mismas condiciones para negociar con China, pero que no todos son igual de interesantes para China.







¡DESCARGUE GRATIS! Cifras del Comercio Exterior Boliviano 2021

Edición Estrella del Periódico Comercio Exterior