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La construcción se desacelera por la falta de mayor inversión

  06 de junio de 2018

El Colegio de Arquitectos asegura que Cochabamba es la región que más ha sufrido en la ejecución de obras. Esperan más proyectos del sector público. 

El rubro de la construcción en el departamento siente las consecuencias de “la desaceleración que atraviesa la economía” y “la falta de inversión pública”.

Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que el año 2016 se aprobó la construcción de 773.380 metros cuadrados (m2). En 2017 se llegó a 623.935 m2. El INE refleja que en la región hubo una baja de 149.445 m2 construidos.

Pero la disminución de la construcción no solo se registró en los permisos para los metros construidos, sino también en las autorizaciones. En 2016, hubo 1.115 y en 2017 se llegó a 974; con pérdida de 141.

El presidente de la Cámara Boliviana de la Construción (Caboco), Franklin Pérez, indicó que esta situación le preocupa y cree que puede empeorar aún más.

En tanto, el presidente del Colegio de Arquitectos de Cochabamba, Limbert Mercado, fue más contundente al afirmar que la construcción en el departamento ha bajado en 40 por ciento .

“Cochabamba tiene mayor porcentaje de descenso. De 100 construcciones que se hacían, ahora solo se construyen 60”, dijo.

Indicó que es el departamento que más “ha sufrido en la desaceleración del rubro”, siendo el sector que genera mayor movimiento económico en la región.

El presidente de la Cámara de la Construcción de Cochabamba, Antonio Siles, por su parte, indicó que una de las causas para esta caída es la falta de inversión pública.

“Las empresas extranjeras están ejecutando las grandes obras que no repercuten en la economía, ya que esas inversiones son llevadas fuera del país”, dijo.

Explicó que las empresas afiliadas a la Cámara hacen muy poca inversión privada, ya que más se trabaja con el sector público.

Indicó que la inversión privada también bajó debido a la falta de celeridad para aprobar los proyectos presentados.

“De qué sirve que compre un terreno valuado en un millón de dólares, cuando lo que demora más de un año es la aprobación de un proyecto”, dijo.

Explicó que entre los problemas que se atraviesa con el sector público están los retrasos en pagos.

“El constructor se vuelve financiador sin derecho a paralizar una obra. Si se tarda, le cobran multas por cronograma y le amenazan con disolver el contrato”, aseguró.

Gary Rodríguez, analista económico, señaló que el sector de la construcción ha sido el baluarte de la economía y del empleo, pero que es una realidad que varios sectores, junto al constructor, han sentido “la desaceleración porque la economía crece menos”.

141 permisos

Es la cantidad de autorizaciones de construcción que disminuyeron en 2017 en el departamento.







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