Bolivia se mira en el espejo de Brasil para aumentar biocombustibles

Bolivia tiene en el vecino Brasil un ejemplo de desarrollo en biocombustibles del que pretende aprender para reducir la dependencia del exterior en hidrocarburos, según destacaron hoy expertos en el sector.

"Combustible producido en Bolivia, por los bolivianos y para los bolivianos", defendió el experto en biocombustibles Miguel Dabdoud, sobre la utilización de bioetanol mezclado con gasolina para reducir esa dependencia de combustible importado.

Dabdoub es presidente de la Cámara de Biocombustibles del Gobierno de Sao Paulo y director del laboratorio para el desarrollo de tecnologías limpias de la Universidad de Sao Paulo, en Brasil.

Tras una reunión con el ministro de hidrocarburos de Bolivia, Luis Alberto Sánchez, Dabdoub comentó en una conferencia las ventajas del uso de combustibles a partir de cultivos agrícolas en sustitución de los tradicionales de origen fósil, aprovechando su dilatada experiencia en el sector en Brasil.

Al respecto, relató los pros ambientales de apostar por los nuevos combustibles, entre los que destacó la "disminución del 6 por ciento de la expulsión de gases de efecto invernadero".

Además, rechazó "cualquier tipo de crisis alimentaria" que la extensión de cultivos como caña de azúcar y soya para producir combustibles podría ocasionar.

El experto apuntó que "se han superado los problemas técnicos y mecánicos" gracias a la "evolución de la tecnología", por lo que la mezcla de combustibles bio y fósiles además "no ocasionará ningún perjuicio" para el parque automovilístico.

Por su parte, el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, destacó que en 2017 Bolivia por primera vez alcanzó los 1.000 millones de litros de diesel importados, "lo que significó 600 millones de dólares en divisas por importación".

Ambos participaron en una jornada organizada por el IBCE en La Paz.

El mes pasado el presidente boliviano, Evo Morales, anunció el ingreso de Bolivia en la era de los biocombustibles a través de una política estatal a favor del bioetanol y el biodiesel, para reducir la importación de combustibles fósiles.

Morales destacó que una inversión de unos 1.600 millones de dólares contribuirá a que en 2025 el etanol elaborado con caña de azúcar represente el 25 por ciento del combustible en Bolivia.

El objetivo es incrementar en unas 18.000 hectáreas el cultivo de caña de azúcar, para producir 18 millones de litros de alcohol a partir de caña en 2018 y hasta 2025 alcanzar los 380 millones de litros.

Brasil tiene décadas experiencia en el sector y es uno de los principales productores mundiales junto con Estados Unidos, tras una política de desarrollo sostenible de cultivos para este tipo de combustibles.

El bioetanol se produce a partir de la fermentación de azúcares de ciertas plantas como la caña de azúcar, mediante un proceso de deshidratación del alcohol.

El biodiesel proviene de aceites naturales de plantas, en Bolivia principalmente de la soya aunque también del girasol.