Ante el riesgo de riadas e inundaciones en Beni, los ganaderos en coordinación con autoridades regionales y nacionales evacúan desde hace dos semanas a las reses a zonas altas de ese región y garantizan la provisión de carne.
La información fue proporcionada por el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, al término del gabinete ministerial.
En los días precedentes, dijo, las lluvias han provocado bastante acumulación de agua en esa región que desemboca en ríos de la Amazonía, fundamentalmente en regiones benianas como San Ignacio de Moxos y otros.
“De todas maneras se ha hecho un trabajo importante con Congabol y Fegabeni, orientándoles y afortunadamente casi todos los ganaderos han hecho caso a estas instrucciones de tal forma que están llevando el ganado a lugares más altos para evitar afectaciones sustanciales”, dijo.
Remarcó que “con toda las previsiones que se han tomado” en coordinación con la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol) y la Federación de Ganaderos del Beni y Pando (Fegabeni) “vamos a tener una mínima afectación”.
Paralelamente descartó un posible desabastecimiento de carne de res, un alimento que en gran parte proviene de esa región. “(Desabastecimiento de carne) para nada, está completamente garantizado”, señaló Cocarico a los periodistas.
La alerta también moviliza a las autoridades ediles de Trinidad, la capital del Beni, que optaron por elevar la plataforma o cinturón de seguridad que resguarda a la urbe de las riadas en rigor a la subida de los caudales aledaños.
Una situación diferente sucede en el occidente boliviano. El fenómeno de la Niña que domina la época con persistentes lluvias no ha llegado a esa latitud del país.
El ministro consideró que este año se registra un “fenómeno de la Niña alterado”, puesto que en el Cono Sur de Cochabamba, el altiplano paceño y Oruro, por ejemplo, “no está lloviendo y hay una disminución de los riesgos”. (10/01/2018)
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