La Cámara Nacional de Industrias advirtió su preocupación porque en 2017 se acentuó el clima de desaceleración económica, caracterizado por la profundización de los déficits gemelos (déficit fiscal y déficit comercial) y el aumento de la deuda pública interna y externa.
“Alertamos, que, de no tomarse medidas efectivas y oportunas, este clima de desaceleración económica puede llegar a traducirse en un impacto negativo de proporciones importantes sobre la inversión, la producción industrial y la generación de empleo productivo y formal”, indica una nota de prensa.
Durante el año que termina, el modelo de desarrollo primario exportador, ha seguido profundizándose, y se ha hecho evidente que las políticas públicas no han generado logros sobresalientes en la diversificación productiva y la promoción del desarrollo industrial manufacturero, señalan. Creemos, que, lamentablemente y como se evidenció en el mensaje del 6 de agosto pasado, el presidente Evo Morales se olvidó de la industria manufacturera privada formal.
“En 2017, a la importación ilegal de productos manufacturados como alimentos, textiles, muebles, productos farmacéuticos, bebidas y calzados, se han sumado, la exportación ilegal de materia prima como, por ejemplo, madera y cueros y el creciente comercio informal, para agravar la competencia desleal y desigual que sufren las industrias”, indican.
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