El analista económico Pablo Cuba, destaca el potencial que tiene el trópico de Cochabamba para generar políticas de desarrollo productivo equilibrado del departamento.
Al mismo tiempo, cuestiona el abandono generalizado de la región por parte del Gobierno central en materia de incentivos hacia la producción. En este sentido, considera que las acciones estatales se limitan a obras recreativas como espacios deportivos.
“Es una zona que siempre la conocemos como zona cocalera. Deberíamos gestionar un cambio profundo. No es suficiente canchas deportivas, como se ha venido haciendo", sino invertir nuevamente en una economía alternativa para el desarrollo, dice.
Cuba también asegura que existe una “fuerte” ausencia de políticas públicas que permitió el avance de la producción de hoja de coca en el territorio.
Por otro lado, se debería haber incentivado en mayor medida acciones destinadas a la instalación de más empresas. “Creo que si no logramos nuevamente ocupar el territorio, y dejar en plena libertad a los sindicatos de la producción de la hoja de coca estamos generando un serio desequilibrio en la región”, añade.
Frutas
Los bananos y la piña son las frutas que más ingresos registran entre la fruticultura del trópico de Cochabamba. La región puede llegar a producir hasta 2 millones de cajas de bananos al año, cantidad que permite garantizar la exportación a destinos como Argentina y Uruguay, además del mercado interno, según explica el gerente de la Mancomunidad de Municipios del Trópico de Cochabamba, Víctor Cadima.
Para Cadima, la rentabilidad del banano produce un ingreso de divisas importantes para la región, lo que también provoca un crecimiento moderado en la economía de familias productoras.
En la región también se producen cítricos y desde hace 10 años se fomenta la producción piscicultora en todos los municipios del trópico de Cochabamba.
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