Bolivia perdió en 1879 su salida al mar, tras la ocupación de su costa por parte de tropas chilenas, y reclama desde entonces una salida soberana al Pacífico.
Murillo: Gobierno chileno busca equilibrar el tema marítimo
LA PAZ El excanciller Javier Murillo de la Rocha atribuye la demanda de Chile contra Bolivia por las aguas del Silala a su "nerviosismo" y a un intento de equilibrar su falta de argumentos para presentar la contramemoria referida a la demanda marítima que le planteó Bolivia.
"Yo creo que es una reacción de gran nerviosismo por parte de Chile porque ellos están conscientes que en el tema grande (mar), no tienen una base de sustentación sólida para poder presentar su contramemoria", dijo Murillo a ANF.
Este lunes, Chile presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya en contra de Bolivia, pidiendo que se declare que el agua del Silala es un río de curso internacional.
Por otro lado, ese país tiene hasta el 25 de junio para presentar su contramemoria en la demanda que Bolivia le planteó ante la CIJ para exigirle una negociación destinada a recuperar un acceso soberano al Océano Pacífico.
"En la contramemoria Chile tendría que demostrar a los magistrados de la Corte que nunca asumió compromiso con Bolivia para resolver nuestro enclaustramiento mediante un acceso soberano al Océano Pacífico. No hay ninguna posibilidad de que Chile pueda presentar un sustento aceptable en esa línea", señaló el excanciller.
Consideró, además, que "se les ha complicado la figura, en el tema grande, en la contramemoria. Para equilibrar un poco esta situación, que la veo en muy mal estado de trámite para ellos, lo que están buscando por su opinión pública interna presentar esta demanda en el tema del Silala".
Murillo considera que tampoco le irá bien a Chile con esta demanda porque lo único que tiene son "mapas equivocados", frente a las condiciones geomorfológicas que claramente muestran que el agua de los manantiales del Silala ha sido desviada artificialmente hacia Chile.
Bolivia tiene seis argumentos para demostrar que las aguas del Silala salen de manantiales y que son enteramente de su propiedad. Estos, que fueron expuestos, con anterioridad por el presidente Evo Morales y el canciller David Choquehuanca, son:
1) El contrato de concesión de 1908 firmado entre la empresa chilena Antofagasta Railway Company y la Prefectura de Potosí para el uso de estas aguas para abastecer a locomotoras a vapor. Lo que significa que Chile pedía permiso para usar estas aguas.
2) La constatación científica de que la reserva hídrica subterránea e “inmovilizada” data del periodo glacial.
3) La imposibilidad geológica y física de que en el cantón Quetena de Potosí se forme el cauce de un río que trasvase de forma natural o un río hacia Chile.
4) Las aguas fueron desviadas, hacia Chile, mediante canales artificiales, construidos con piedras y cemento.
5) En la zona no se presentan muchas lluvias y tampoco existen aguas de deshielo de las montañas o aguas de excedencias de lagunas que pueden infiltrarse en el subsuelo. Por tanto, el uso y explotación de esas aguas son exclusivamente de Bolivia, porque no forma parte de un sistema hidrológico compartido, sino que son reservas de agua no renovables.
6) Chile vulnera el principio de soberanía de Bolivia, al explotar de manera “unilateral” y “arbitraria”, recursos naturales que no le pertenecen. Además, se observa que Chile hace entrega del caudal desviado de agua a empresas mineras privadas, que lucran.
Según el diario La Tercera, estos son cinco de los puntos que motivaron la demanda de Chile, por las aguas del Silala.
1) Chile le pide a la Corte que decida que el río Silala es un curso de agua internacional, cuyo uso se encuentra regido por el derecho internacional.
2) Chile tiene derecho a un uso equitativo y razonable de las aguas del río Silala en conformidad al derecho internacional.
3) Que bajo el estándar de uso equitativo y razonable Chile tiene derecho al uso que actualmente hace de las aguas del río Silala.
4) Que Bolivia tiene la obligación de tomar todas las medidas adecuadas para prevenir y controlar la contaminación y otras formas de daño a Chile, resultante de sus actividades en las cercanías del río Silala.
5) Que Bolivia tiene la obligación de cooperar con Chile y notificarle oportunamente de medidas que haya planificado y que pueda tener un efecto adverso en los recursos hídricos compartidos, de intercambiar antecedentes e información y de conducir cuando sea apropiado un estudio de impacto ambiental, para permitir a Chile evaluar los posibles efectos de estas medidas".
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