La alianza entre los dos gigantes y la nueva tecnología del “blockchain”, prometen hacer más eficientes y revolucionar los procesos portuarios.
Hace pocas semanas atrás, la decisión de conformar una alianza de dos gigantes en sus respectivos sectores: Maersk, líder mundial en logística de contenedores e IBM, pionera en soluciones informáticas, sumando una revolucionaria tecnología, puede revolucionar la gestión del comercio marítimo y generar un negocio multimillonario.
En un sector que requiere una urgente actualización, como es el de los procesos portuarios, la alianza (joint venture) de los dos gigantes busca crear una nueva compañía que genera esa transformación. La nueva empresa que crearán, busca establecer una plataforma en la que emplearán otras tecnologías de código abierto basadas en la nube, como inteligencia artificial, internet de las cosas y analítica, para ayudar a las empresas a mover y rastrear bienes de forma digital, a través de fronteras internacionales y a reducir el papeleo en puertos y aduanas, utilizando la tecnología blockchain, que dio vida al bitcoin.
Ambas compañías destacan que el blockchain establece un registro compartido e inmutable de todas las transacciones que tienen lugar dentro de una red y luego les permite a las partes autorizadas acceder en tiempo real a datos confiables. Al aplicar la tecnología para digitalizar los procesos de comercio globales se puede introducir una nueva forma de comando y consentimiento en el flujo de información, lo que permitiría a múltiples socios comerciales colaborar y establecer una vista única compartida de una transacción sin comprometer detalles, privacidad o confidencialidad.
Para Bridget van Kralingen, vicepresidenta mundial de IBM, “nuestra joint venture con Maersk significa que ahora podemos acelerar la integración de esta emocionante tecnología con los millones de organizaciones que desempeñan roles vitales en una de las redes más complejas e importantes del mundo, la cadena global de suministro. Creemos que blockchain va a emerger como una solución líder dentro de este mercado, para que las empresas aprovechen nuevas oportunidades económicas”.
La nueva empresa se prepara para comercializar dos productos: una red de información naviera en la que se proporcionará visibilidad de la cadena integral de suministro para permitir que todos los actores involucrados intercambien información sobre eventos de envío en tiempo real, de manera segura y sin interrupciones; y el comercio sin papel (paperless trade), un sistema que digitalizará y automatizará las gestiones de documentos al permitir que los usuarios finales envíen, validen y aprueben documentos de forma segura, a través de los límites de la organización. En este producto -tal vez la solución más demandada por el mercado- serán claves los smart contracts (o contratos inteligentes), que están basados en blockchain y que aseguran que todas las aprobaciones requeridas se cumplan.
Se trata de un cambio revolucionario, teniendo en cuenta que cada año la cadena global de suministros mueve más de u$s 4 billones en productos, por lo que una mejora de la eficiencia implicaría ganancias de cientos de miles de millones de dólares. El Foro Económico Mundial estimó que la reducción de las barreras dentro de la cadena internacional de suministros, permitiría incrementar el comercio mundial en un 15 %, impulsar las economías y crear empleos.
Aunque muchos puertos hacen intercambio electrónico de documentos, en general eso sucede dentro del ámbito de una misma jurisdicción nacional. Una nueva plataforma como la que se plantea, facilitará aún más ese intercambio, una vez que las aduanas nacionales avancen habilitando sus sistemas a esta nueva tecnología. Pero la verdadera “revolución” que plantea esta nueva plataforma es que permitirá optimizar el intercambio de documentos e información, entre las diferentes aduanas del mundo y lograr la apertura que requiere el comercio marítimo, en tanto esta plataforma resultaría “neutral” y habilitaría a las aduanas a compartir más la información que requieren el comercio y los controles para la seguridad, manteniendo la confidencialidad.
Don y Alex Tapscott, autores del libro “Blockchain Revolution” definen la nueva tecnología como “un libro digital incorruptible de transacciones económicas que se puede programar para registrar no solo transacciones financieras sino virtualmente todo lo que tiene valor”. Es esencialmente una base de datos de registros o contabilidad pública de todas las transacciones o eventos digitales que se han ejecutado y compartido entre las partes participantes. Cada una de las transferencias se queda grabada en ese libro digital. De esta manera, siempre queda constancia y la comunicación es totalmente segura. Cada transacción se verifica por consenso de la mayoría de los participantes en el sistema. Y, una vez ingresado, la información nunca puede borrarse. Contiene un registro cierto y verificable de cada transacción que se haya realizado.
Blockchain está preparado para cambiar la tecnología de la información de la misma manera que el software de código abierto lo hizo hace un cuarto de siglo. Pero también de la misma manera que Linux tardó más de una década en convertirse en el desarrollador de aplicaciones modernas, blockchain tardará años en convertirse en una forma más económica y eficiente de compartir información entre redes abiertas y privadas.
En 2017, numerosas empresas comenzaron a implementar programas piloto y proyectos con tecnología blockchain del mundo real. Según el experto Karim R. Lakhani “es una tecnología fundamental, con el potencial de crear nuevas bases para los sistemas económicos y sociales”. Al permitir que la información digital se distribuya pero no se copie, la tecnología blockchain ha creado la columna vertebral de un nuevo tipo de Internet. Originalmente ideada para la moneda digital Bitcoin, la comunidad tecnológica ahora encuentra otros usos potenciales para la tecnología.
Mientras la alianza Maersk-IBM espera la aprobación en el primer semestre de este año, ya está poniendo a prueba su plataforma tanto en empresas como en puertos, entre ellos DuPont, Dow Chemical, Tetra Pak y el puerto de Houston. Es posible que estemos a las puertas de una nueva era para el comercio marítimo.
