El 24 de septiembre se conmemoró el Día Mundial de los Ríos, fecha que llamar la atención sobre la importancia de la preservación de los ríos, medio de subsistencia de las poblaciones ribereñas, fuentes de captación de agua, pero también vías de transporte de cargas y pasajeros. En Brasil entre 2010 y 2016, se observó un aumento del 11% en el total de cargas transportadas por los ríos y un 69,6% en la cantidad de embarcaciones que participan en la navegación interior.

Actualmente, de acuerdo con información del Ministerio de Transportes, Puertos y Aviación Civil de Brasil, el país cuenta con 42 kilómetros de ríos potencialmente navegables, 19 de ellos económicamente navegables. Los principales ríos de la red hidroviaria brasileña son el Solimões, Madeira, Tapajós y el Tocantins, en el Norte; el Paraná-Tietê, en el Centro-Oeste; y las hidrovías del sur, Jacuí, Lagoa dos Patos y Guaíba.

En 2016, se transportaron 84,6 millones de toneladas de carga por las hidrovías, contra 75,3 millones de toneladas de 2010. En el primer semestre de este año ya se han movilizado 47,6 millones de toneladas.

La hidrovía del Tapajós, entre Mato Grosso y el Pará, encabeza el aumento de movilización de cargas. A partir de 2013, el tránsito de carga en la vía fluvial tuvo un crecimiento significativo. Hasta entonces, sólo se transportaba granel líquido por el Tapajós. El transporte de cargas dio un salto desde las 70.100 toneladas en 2013 a las 2,6 millones de toneladas en 2016.

En el primer semestre de este año, ya registró una movilización de 2,9 millones de toneladas. A partir de 2014, más del 95% del volumen de cargas transportadas corresponden a soja y maíz que se exportan a través de Miritituba (estado de Pará).

Para potenciar la utilización de ese medio de transporte, el Gobierno Federal está invirtiendo alrededor de US$178,6 millones para abrir un canal de 140 metros y habilitar para la navegación a la hidrovía del Tocantins 10 meses al año. El resto son naturalmente navegables.

Ventajas de las hidrovías

Las hidrovías son ríos navegables con infraestructura que hace viable la navegación de las embarcaciones. Las hidrovías con la mejor infraestructura actualmente son la de Madeira y la del Tietê-Paraná.

De acuerdo con el Ministerio de Transportes, Puertos y Aviación Civil, la utilización de las vías fluviales confiere más rentabilidad en los fletes y aumenta la competitividad de los productos. También produce beneficios indirectos: reducción el tránsito de camiones en largas distancias, disminuyendo la emisión de contaminantes en la atmósfera; reduce accidentes de tránsito y mejora la conservación de las carreteras, gracias al menor sobrepeso. Una sola barcaza puede equivaler a 15 vagones de tren o, incluso, 58 camiones.

Otra ventaja es el menor consumo de combustible y las consiguientes menores emisiones de contaminantes en la atmósfera: para transportar una tonelada de carga, se utilizan cuatro litros de combustible en hidrovías, seis litros en ferrocarril y 15 litros en carreteras. Además, el costo de implementación de la infraestructura también es menor: el kilómetro de una hidrovía tiene un costo estimado de US$34.000, contra US$ 440.000 necesarios para la construcción de un kilómetro de autopista.

El Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes (DNIT) ha invertido recursos federales en servicios como el dragado del Río Madeira y la remoción de rocas del Pedral do Lourenço, en el Río Tocantins.

En Madeira, serán aproximadamente US$21,9 millones destinados a garantizar, durante los próximos cinco años, la profundidad mínima de 3,5 metros a lo largo de todo el río. De acuerdo con el director de Infraestructura Hidroviaria del DNIT, Erick Moura, ya fueron dragados los puntos críticos de Curicacas y Miriti. Se prevé ahora que los equipos se desplacen hacia el punto conocido como Tres Casas. Puntos, identificados como prioritarios en los estudios técnicos del DNIT y que fueron confirmados por las empresas de navegación que operan en el río, explicó Moura.

Sólo en 2017 fueron transportadas más de seis millones de toneladas por al hidrovía de Madeira, principalmente soja de exportación. También hay cargas generales y combustibles que abastecen los estados de Rondônia, Acre y oeste de Mato Grosso. Lo que ha significado un aumento del 22% con relación al volumen transportado por el río durante 2016.

Actualmente, el Gobierno Federal está elaborando los estudios ambientales para viabilizar el tránsito de convoyes, durante diez meses al año, en el Río Tocantins. Se están invirtiendo más de US$178 millones para remover las rocas del Pedral do Lourenço. Las obras están previstas para concluir en 2021 y el retiro de las rocas permitirá abrir un canal de 140 metros de ancho, que permitirá el tránsito de los convoyes, facilitando el flujo de la producción agrícola, pecuaria y mineral de los estados de Pará, Maranhão, Tocantins, Goiás y Mato Grosso, que tiene el Puerto de Vila do Conde y la región del Bajo Amazonas como destino.