A inicios de mes APM Terminals, inauguró el terminal de contenedores más moderno de América Latina en Lázaro Cárdena, estado de Michoacán, en la costa Pacífico de México. La inversión en el TEC II, alcanzó los US$568 millones. Sin embargo, el proyecto inicial consideraba un total de US$900 millones en esa infraestructura en el plazo de 10 años.
Exportadores asiáticos como Samsung o LG lo consideraron clave en su estrategia de acceso al mercado de Estados Unidos y no solo como un engranaje, sino como plataforma para utilizar los beneficios aportados por el tratado de libre comercio de Norteamérica, conocido como NAFTA, y la red ferroviaria que opera la empresa Kansas City Southern. Bajo este marco, el tránsito de contenedores en las antiguas terminales de Lázaro Cárdenas creció un 60% en los últimos tres años.
La idea de Maersk fue competir desde Lázaro Cárdenas con los puertos de Nueva York y Nueva Jersey en el plazo de una década. Sin embargo, estos planes han sido puestos en entredicho por la política del Gobierno de Donald Trump en EE.UU., quien junto con presionar a las empresas estadounidenses asentadas en México ha manifestado su intención de imponer tasas a las importaciones procedentes de países fronterizos para esterilizar las ventajas competitivas de la producción importada, incluso a costa de revisar el NAFTA.
Algunos productos que incidieron a favor de la movilización de contenedores en Lázaro Cárdenas desde 2013 son los componentes de automóviles cuya producción con destino al mercado estadounidense está en la mira del Gobierno de Trump.
Por ello Maersk ha redefinido la estrategia de su terminal como centro proveedor del consumo interno mexicano. El consejero delegado de Maersk, Soren Skou, según señala un reporte de ICNR, declaró al respecto que “El principal objetivo de la terminal es ser punto de entrada de mercancías destinadas a Ciudad de México”, dejando al comercio transfronterizo en un segundo plano.
Skou, afirmó además que “es muy difícil para nosotros juzgar cómo va afectar la política proteccionista de Trump a nuestros negocios”. En tanto, el Gobierno de México ha reaccionado con una apertura al mercado asiático con negociaciones con Vietnam y Japón y por separado con China para incrementar el intercambio comercial. Sin embargo, una revisión del NAFTA, sin dudas, le significaría una verdadera pesadilla, debido principalmente a la dimensión que ha adquirido la industria del automóvil.
Sector marítimo portuario
Los analistas del segmento señalan que la aspiración de jugar un papel relevante en el enlace comercial entre Asia y el resto de América por parte de México “no es una novedad y los planes en este sentido tienen una racionalidad clara”.
Por su parte la terminal de carga de APM Terminals en Lázaro Cárdenas está preparada para descargar los grandes buques Triple E, gracias a sus grúas que le permiten operar con ese tipo de buques y su operativa semiautomática, basada en inteligencia artificial y con matriz eléctrica que lo hace menos contaminante.
A pleno rendimiento la terminal dará empleo a 550 operarios y se espera que la terminal pueda reducir los costos de manipulación de contenedores en un 20%, operando a menores costos que en Estados Unidos, donde no todos los puertos pueden descargar un Triple E.
Por MundoMarítimo